Ayer dediqué un tiempo a escribir en el grupo de madres y padres del colegio de mi hija. Me parece que lo que ha sucedido es bello y por eso os comparto mi reflexión. No pretendo sentar cátedra de nada. Solo veo, observo, siento, me da por pensar y expreso con libertad, cuidado y respeto, o eso intento. Ahí va:
Queridos papás y entrañables mamás!! Hoy, con este día precioso de lluvia y viendo lo que está sucediendo ahí fuera, me ha dado por pensar y sentir lo que provocaban en mí esos pensamientos. Sin ánimo de asentar dogma y solo desde el deseo de compartir os lo traigo. Aprovecho que nuestros/as niños/as están haciendo un experimento con semillas (siembran semillas y las ponen a la luz y a la sombra, para observar y anotar lo que va sucediendo). Las palabras y las ideas que éstas construyen son como semillas, las puedes poner a la luz o a la sombra, y observar lo que va sucediendo. Utilizo un poco de poesía y lenguaje abstracto, porque me permite expresar cosas que la narrativa no me deja.
Desde que hemos dejado la calle, hemos bajado el consumo de tráfico y humo, la cantidad de ruido por metro cuadrado ha descendido significativamente, … la naturaleza, que siempre ha estado ahí, está tomando lugar: los animales pasean por las calles, la atmósfera se está limpiando, llueve con más ganas y más amor, el verde va creciendo, la sensación fuera es más ligera, parece como si la tierra recuperara el aliento y pudiera respirar de nuevo; y con ello crecer y desarrollarse. Hasta los pájaros cantan canciones nuevas. La naturaleza me habla y nos habla a todas (permitidme que le ponga voz): “cuando me dejáis tranquila, me otorgáis descanso y me liberáis de presión, entonces me regulo, regulo mis funciones, reaprendo de mi misma y lo que me rodea, y puedo mostrarme con todo mi esplendor.” ¿Te imaginas que tu hijo/a te hablara así?¿Qué harías con ellos estos días?¿de qué llenarías los días y las horas?¿de tiempo?¿de silencio?¿de calma?¿de escucha?¿de abrazos, caricias, besos, poemas, canciones, cuentos, sonrisas, mimos, descanso? Creo que, al igual que la naturaleza, nos volvemos más productivos y eficaces, brillamos más, cuando nuestros cuerpos, nuestras mentes y nuestras emociones, se muestran con libertad en sus procesos, cuando reducimos presión ambiental y ruido. Ojalá este tiempo de virus, nos sirva para dejar de explotarnos los/as unos/as a los/as otros/as. Ojalá aprendamos a respetar los procesos y los tiempos de cada persona. Ojalá aprendamos que cada persona, independientemente de su tamaño, color de piel, cultura, … es una maestra; que aprendemos más observando, tomando y soltando, que juzgando e imponiendo. Podría seguir mucho más y afinar mis ideas, pero de momento, dejaré unas a la luz (las pondré en acción) y otras las dejaré a la sombra (las dejaré en reposo), y observaré a ver que sucede. Muchas gracias y perdón (por si acaso).